Tras casi dos décadas, se ha iniciado la actuación con la instalación del vallado perimetral del edificio y en los próximos días comenzarán los trabajos internos
El nuevo mercado contará con 24 puestos tradicionales, espacios de restauración y su remodelación incluye la musealización de las ruinas y la mejora del entorno
Las obras de rehabilitación del Mercado Central han comenzado este martes 22 de abril con la instalación del vallado perimetral del edificio, casi dos décadas después y dos semanas más tarde de la firma del acta de replanteo ya que se buscaba no perjudicar a los comercios y hostelería de la zona durante la Semana Santa.
El alcalde de Elche, Pablo Ruz ha señalado que “en las próximas semanas veremos como evolucionan las obras y esto nos dará cuenta de lo necesaria que era esta actuación y del volumen de la intervención”. Ruz ha detallado que las obras han comenzado con el vallado perimetral y que esta misma semana se iniciarán los trabajos internos. Además, en las próximas semanas se desmantelará la fachada oeste para concluir las catas.
En este sentido, los elementos interiores de la planta superior del mercado se irán desalojando en los próximos días y “muchos de ellos se llevarán al Museo de Puçol ya que forman parte de una época que nos gustaría conservar” ha indicado el alcalde.
La rehabilitación del Mercado Central también incluye la reurbanización de todo el entorno con la que se pretende integrar la red de calles y plazas del centro histórico, así como la intervención sobre los restos arqueológicos de los baños árabes y los refugios de la guerra civil.
La actuación se adjudicó en el Consejo de Pimesa del pasado mes de febrero, por un valor de 8,8 millones de euros y está previsto que finalice en un plazo de 15 meses, ocasionando las menores molestias posibles a los negocios hosteleros de la zona.
La superficie a rehabilitar alcanza los 1.330 metros cuadrados, de los que algo más de 1.200 corresponden a la planta baja. La actuación incluye la eliminación del forjado intermedio y se iguala la cota de la planta baja con el espacio público. Al mismo tiempo se va a reponer la cubierta manteniendo la volumetría existente, la conservación de alturas y el lucernario.
La actuación abarca cerca de 3.500 metros cuadrados entre mercado y zona exterior. La disposición del pavimento es para potenciar la idea de un edificio abierto con la prolongación del espacio público y diluir así el límite entre interior y exterior del edificio. Además, está prevista la plantación de árboles e iluminación.
El nuevo mercado estará formado por 24 puestos de venta tradicional, con una superficie de 15 metros cuadrados, además de zona gastronómica y restauración en los extremos del edificio. Está previsto que los puestos ubicados en los pasillos exteriores tengan salida a las calles contiguas y que muchos de estos puestos puedan trabajar su propio género y ponerlo a disposición de los clientes para que lo consuman en el propio mercado.