Llega a Vallongas, Santa Ana, Saladas, Jubalcoi y Maitino, y las urbanizaciones de Buenos Aires y Torre Azul
En el último trimestre del año llegará a los polígonos industriales del municipio
El Ayuntamiento de Elche y UTE Elche siguen impulsando su plan de instalación del contenedor marrón en barrios y pedanías para depositar los residuos orgánicos, un servicio que cuenta ya con más de un millar de contenedores de este tipo en el término municipal.
Una nueva ruta se incorpora a este servicio desde el martes 1 de julio y recorrerá las partidas de Vallongas, Santa Ana, Saladas, Jubalcoi y Maitino, así como las urbanizaciones de Buenos Aires y Torre Azul. Con este nuevo trazado, el cien por cien de las pedanías quedan cubiertas y todo el casco urbano dispone de fracción orgánica desde el pasado verano.
Los datos obtenidos desde su implantación son muy positivos. El pasado año se recogió un 35% más de residuos orgánicos que el anterior y este 2025, en el periodo comprendido entre enero y mayo, la cantidad superó en un 21% a la registrada en el mismo periodo del 2024. El servicio culminará su expansión en el último trimestre del año con su puesta en marcha en los polígonos industriales del municipio.
El contenedor marrón ya está presente en La Hoya, Las Bayas, Atzavares, Arenales del Sol, Torrellano, El Altet, Valverde, Perleta y Balsares, La Marina, Algoda, Matola, El Pla, Peña Las Águilas, Carrús, Ferriol y Altabix, y las urbanizaciones de Bonavista, La Galia y Los Limoneros, además de en las partidas que contarán desde mañana con este servicio: Vallongas, Santa Ana, Saladas, Jubalcoi y Maitino, y las urbanizaciones de Buenos Aires y Torre Azul.
La recogida de esta fracción en pedanías se realiza en horario de mañana, mientras que en el casco urbano de Elche, en horario nocturno. Los contenedores, excepto los del centro histórico y el barrio del Raval, son de carga lateral de 2.000 litros de capacidad y se caracterizan por ser de color marrón. En ellos se pueden depositar restos de comida, fruta y verdura, carne y pescado, posos de café e infusiones, pequeños restos de jardinería, papel de cocina, servilletas sucias, cáscaras de huevo, marisco y frutos secos, así como corchos, cerillas y serrín.