La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Marián Cano, ha manifestado su preocupación y desacuerdo tras el anuncio del Gobierno central de destinar 3.200 millones de euros a la ampliación del aeropuerto de Barcelona, mientras los proyectos clave para los aeropuertos de València y Alicante-Elche Miguel Hernández siguen sin avanzar.
Cano ha lamentado “el abandono de la Comunitat Valenciana por parte del Gobierno central” y ha señalado que “mientras otras autonomías, como Cataluña, avanzan con importantes inversiones para la ampliación del aeropuerto de Barcelona, la Comunitat Valenciana sigue esperando”. Por ello, ha reclamado “un trato justo y equilibrado con la realidad económica y turística de nuestro territorio”.
Aunque, como ha explicado, “celebramos cualquier inversión que mejore la conectividad y capacidad del sistema aeroportuario español”, ha dejado claro que “no podemos aceptar que mientras se define con claridad y cuantía una inversión de enorme envergadura para Barcelona, en la Comunitat Valenciana sigamos esperando la concreción de dos actuaciones que son estratégicas y urgentes: la ampliación del aeropuerto de València y la segunda pista del aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández”.
La consellera ha subrayado que tanto el aeropuerto de València como el de Alicante-Elche Miguel Hernández están operando por encima de su capacidad técnica, con cifras récord de pasajeros y una tendencia de crecimiento sostenida.
El aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández operó desde enero y hasta abril un total de 34.984 vuelos, un 13,5 % más que en el año anterior, y registró 5.432.165 pasajeros, un 12,7 % más interanual.
Según los estudios presentados en 2024 por el Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana y por la Cámara de Comercio de Alicante, la no ampliación de los aeropuertos valencianos podría suponer pérdidas millonarias en ingresos y empleo.
En Alicante-Elche Miguel Hernández, se calcula que 2 millones de pasajeros podrían dejar de llegar cada año, con un impacto estimado de 920 millones de euros en ingresos turísticos anuales si no se construye la segunda pista.