La suspensión de actos como los Sanfermines en julio o la Tomatina que se celebra a finales de agosto, hace que el Ayuntamiento esté sopesando desde el escenario más drástico con la no celebración de las fiestas patronales de Elche, a la posibilidad de desarrollar algunos actos condicionados por el distanciamiento social que marquen las medidas de precaución.

No obstante, como ha manifestado el alcalde Carlos González en su comparecencia de hoy, hay que ser cautelosos, no precipitarse y esperar al desarrollo de los acontecimientos a partir del 9 de mayo, fecha en la que en teoría finaliza el actual Estado de alarma.

El alcalde ha destacado que se están manteniendo contactos con los entes festeros en una reflexión colectiva, pero la decisión final en un sentido u otro será municipal. Por ello insiste en mantener la cautela y esperar al discurrir de los futuros acontecimientos en torno a la pandemia.